Yo no vivo para mi familia, no vivo para mi iglesia, no vivo para un trabajo. Vivo para Cristo y Cristo vive en mí. Y lo que Cristo vive en mí, es para mi Dios, para mi familia y para mis hermanos de la Iglesia de Cristo. A veces tenemos las prioridades invertidas, y le damos menos tiempo a quien nos ha dado todo el tiempo, salud, energía, bendiciones, etc.! Dios y yo! Dios, mi familia y yo! Dios, mi iglesia y yo! Dios, todo lo demás y yo! Pero en todo debe... tiene que estar Dios de lo contrario todo está incompleto por bueno que parezca!