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¿Cómo debe actuar el cristiano ante unas lecciones generales?

Les presento este interesante artículo, tomado de AB Meditaciones.

Publicado el 17 diciembre, 2015 por abtintxu [España]

El próximo día 8 de Noviembre, 2016, hay elecciones generales en Estados Unidos y en Puerto Rico. [Algunos datos cambiados para aplicarlo a nuestro caso en E.U.]. Votar en ellas no es fácil. Ninguno de los partidos que concurren con posibilidad de formar gobierno tiene el Evangelio como norma moral a cumplir... Entonces, ¿por quién votar? O, ¿debo no votar, porque ninguno ofrece un programa compatible con la Doctrina de la Iglesia Cristiana? Teniendo claro que el hecho de votar es un derecho, no una obligación, hay que afirmar, que el no votar, es una opción que toda persona puede ejercer si así lo desea. Tanto votar, como no votar, son opciones posibles y legales. PERO, ¿son opciones moralmente válidas? Esta es la cuestión, ese es el meollo del asunto. Para contestarla hemos de tener en cuenta lo que se denomina "Opción Fundamental de la persona." La Opción Fundamental es la respuesta moral de todo ser humano al hecho mismo de existir. Es decir, es la respuesta personal a la pregunta sobre qué tipo de persona se es o hemos de llegar a ser; en otras palabras, ¿qué quiere Dios de mí, o qué quiere Dios que yo haga? La Opción Fundamental está en relación con dos conjuntos de factores: (1) Las actitudes, como lo que invita a hacer determinadas cosas con preferencia sobre otras; y (2) los actos humanos, como los momentos visibles y externos que se adoptan, o el cómo y dónde actúa la persona. Precisa, además, un tercer factor decisivo: (3) la libertad. La libertad, a su vez, depende de tres momentos intrínsecos: (a) La deliberación, como el acto de valorar y sopesar los aspectos relativos a la decisión; (b) la decisión, que conlleva el hecho de cortar e inhabilitar las posibilidades desechadas y que debe estar orientada hacia el bien; y (c) la responsabilidad, como lo que mide y valora aquello que se va a hacer y sus consecuencias. Es decir, la Opción Fundamental de vida que tomemos estará condicionada por las actitudes que tengamos ante las circunstancias de vida y los hechos que realicemos; que, a su vez, deben ser conscientemente deliberados, decididos y responsables, y estar orientados hacia el bien, y en consonancia con la Palabra de Dios. Colosenses 3:17 "17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él."

Ejercer el derecho del voto es una decisión, una actitud y un hecho que debe estar en consonancia con lo que nuestra conciencia busque ser y cómo servir a Dios; es decir, con nuestra Opción Fundamental. El voto, como un acto más en la vida, debe ser un servicio a Dios ejercido desde nuestra libre conciencia, pero con un responsable entendimiento de porqué lo hacemos, o sea lo más orientado possible. Y, como cualquier otra actitud y acto, tenemos la obligación moral de decidir qué hacer, aunque no tengamos toda la información posible, aunque no exista una vía evidentemente positiva y todo esté condicionado al riesgo que la decisión resulte fallida. Porque, no votar, también debe ser un acto deliberado y responsable. Lo que es moralmente negativo es hacer o colaborar en actos intrínsecamente malos. Así, cuando en la decisión a tomar no se pueden salvar todos los valores que están implicados, el principio de actuación es tolerar el mal menor, pero buscando siempre potenciar el bien. Es lo que se llama Principio del doble efecto o del mal menor. Con estos conceptos, está justificado moralmente ejercer el derecho de voto teniendo en cuenta aquella opción que se entienda puede ejercer mayor bien y que esté mejor en consonancia con nuestra Opción Fundamental. Aun cuando no sea coincidente en todos sus aspectos y exista posibilidad que con nuestra decisión terceras persona puedan desarrollar actos negativos. Más, después de haber reflexionado y desechado otras opciones que tienen mayor riesgo de desarrollar actitudes y hechos negativos y contrarios a la ley de Dios. Desde estas consideraciones y actuando con una conciencia cierta, buena y verdadera, el derecho de voto que se ejerza será moral. Pero, si no hay deliberación y reflexión, si no hay una actitud de buscar el bien, si no se tiene una conciencia cierta, buena y verdadera, cualquier el voto que se dé, incluso no hacerlo, puede ser inmoral."


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