Nuestra confianza debe estar solamente en la persona de Dios. Nuestras creencias deben estar en la palabra de Dios. Nuestra fe debe depender de las promesas de Dios. Nuestra obediencia debe someterse a los mandamientos de Dios. Nuestras oraciones deben ser enviados al padre en el nombre de Jesús. Nuestra alegría debe confiar en la fuerza del Señor. Nuestra batalla no debe ser contra sangre y carne. Nuestra debilidad debe ser perfeccionado en la gracia de Dios. Nuestros pecados deben ser confesado en términos de Dios. Nuestra vista debe ser colocado en Cristo solo. Nuestro caminar debe ser Cristo caminó sobre el camino. Nuestra conversación debe ser hablado sobre Cristo la verdad. Nuestra vida debe ser vivida en Cristo la vida. Nuestro poder debe venir de el Espíritu Santo. Nuestra santificación es siempre la voluntad de Dios. Nuestra esperanza debe celebrarse tras el regreso de Cristo! Por favor, no nos rendimos, porque nuestra vida es eterna en Cristo Jesús!
